miércoles, 31 de mayo de 2017

Alfabetizacion Informacional

La alfabetización informacional (en inglés, information literacy) consiste en adquirir la capacidad de una persona para saber cuándo y por qué necesita información, dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética.

Terminología

 La expresión “alfabetización informacional” es la traducción más habitual de “information literacy”, que se ha extendido por su presencia y utilización en la red Internet y su uso en publicaciones especializadas y en monografías como la de Gómez-Hernández Estrategias y modelos para enseñar a usar la información, aunque también están extendidas las denominaciones «alfabetización en información», «desarrollo de habilidades informativas», DHI, o «competencias informacionales».

La alfabetización informacional implica que se produce un reflujo de los saberes distribuidos cerebralmente, tal como afirma Josefa Sabor en su tan citado Manual de Fuentes de Información del año 1983. La alfabetización de la información es un tema que ha venido generando discusiones en la literatura científica, porque se ha generado como una nueva necesidad del aprendizaje.

Alfabetización informacional en bibliotecas

la alfabetización informacional no se limita a preparar al usuario para usar una institución o sus servicios, ni pretende que éste se adapte a unos criterios técnicos u organizativos, ni se queda meramente en la instrucción bibliográfica, en las habilidades de búsqueda y localización de la información. La alfabetización informacional aspira a incluir competencias no trabajadas usualmente en la formación de usuarios: evaluación de los recursos, comprensión, utilización y comunicación de la información. Es decir, para usar la información en la toma de decisiones o generar conocimiento hay que entrar en habilidades cognitivas, e incluso en aspectos éticos.

La alfabetización informacional se relaciona, en última instancia, con los enfoques constructivistas del aprendizaje, el fomento de la autonomía del individuo y el desarrollo de su capacidad crítica en una sociedad compleja, necesitada de implicación y participación democrática. Para ello las bibliotecas diseñan y organizan Servicios de alfabetización informacional, que pueden incluir cursos presenciales y on-line, tutoriales, sesiones informativas, guías o manuales de uso de recursos documentales (catálogos, buscadores o bases de datos, etc.), para facilitar el que los usuarios adquieran esta capacidad.

Diferencia entre alfabetización informacional y formación de usuarios

La alfabetización informacional va más allá de los cursos de informática, el acceso a Internet, o de las actividades de animación a la lectura. García Gómez y Díaz Grau (2007) son tres las diferencias entre la formación de usuarios y la alfabetización informacional:

1. La planificación: Mientras la formación de usuarios en las bibliotecas se limita a enseñar espacios y las normas de funcionamiento y de préstamo, explicar cómo realizar la búsqueda de libros... una buena práctica ALFIN debe de considerar las necesidades específicas de los usuarios y sus características para poder establecer unos objetivos de aprendizaje y ofrecer actividades diversas diferenciadas para cada publico objetivo. El proceso termina, además, con la evaluación de resultados para conocer tanto el progreso de los usuarios como para valorar la eficacia de la práctica.
2. La finalidad del proceso: Gracias a la alfabetización informacional el usuario se convierte en un individuo independiente y autónomo para gestionar problemas de información.
3. Desarrollar habilidades cognitivas: Al contrario que en la formación de usuarios, en la alfabetización el usuario llega a planificar y supervisar su trabajo intelectual, consigue mejorar la comprensión de textos y fomentar un pensamiento crítico y creativo.




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